RICARDO ÁLVAREZ CELA, CRONISTA DEL AJEDREZ
por Ricardo Lamarca Barrios
Un nombre que dicho así, de sopetón, en una divulgación sobre
ajedrez en general, apenas dice nada y es desconocido; para quien
escribe es un nombre grande dentro de las 64 casillas y sin estos
personajes no se comprende lo que son los torneos y los maestros de
ajedrez. Deben entrelazarse en sus nombres y fotos los de Kasparov,
Karpov, Carlsen y figuras que tanto suenan.
Ricardo Álvarez Cela murió el 17
de junio de 2011, por problemas respiratorios en el Hospital Puerta
de Hierro de Majadahonda (Madrid). Tenía 84 años.
Respirando los aires de Villalba prolongó
su jubilación hasta esta fecha con su mujer Concha, maestra en esta
localidad madrileña, también jubilada y muerta unos meses antes de su
marido. Era gallega, de Foz. Ricardo, de la Bañeza (León). Su casa de la
Sierra de Madrid llena de libros sin quejas de esposa y café para los
ajedrecistas.
Ricardo coleccionaba libros de ajedrez y
era un experto, sobre todo de torneos de los que escribía en revistas de
ajedrez como JAQUE, la famosa publicación de José María González y los
hermanos Gallach Pérez ahora, y no olvidamos su contribución y ayuda a JAQUE
ESPAÑOL y TREBEJOS, “su revista y la nuestra” de los años setenta del pasado
siglo. Trebejos era suya y de Eceizabarrena.
Tenía mucha relación con aficionados
exteriores y sus intercambios sin cesar, siempre solicitando libros y
revistas que faltaban aquí y allá. Muchas cartas a la antigua usanza y
visitas al archivo mal ordenado de mi almacén de Andrés Mellado, pues no me
atrevo a llamarlo biblioteca.
Escribió sobre el arte de caissa en la
prensa de San Sebastián. Colaboró dentro de su empresa de trabajo con el
juego. Fue miembro del equipo de Jaizkiber, donostiarra con J.M. Lemz (hijo)
y el dos veces campeón de España de la ONCE Labín y otros.
Es autor, en colaboración con
Eceizabarrena de varios libros, siempre relacionados con torneos ya clásicos
en la Historia. Por conocimientos del ajedrez español fue encargado para
hacer un libro sobre los 75 años del juego en España (alguna aportación
material le proporcionamos) y han pasado muchos años y nada sabemos del
tema. Han pasado tantos que en vida del autor y fecha cercana a los 75 se
debió publicar.
En el Paseo de Recoletos de Madrid todo el
mundo sabe que se celebran dos Ferias del Libro Antiguo y Álvarez Cela se
desplazaba de Villalba a Madrid el primer día y algunos más de “repaso”.
Buscaba textos de ajedrez y otros temas, pues su padre, maestro, tenía
libros de Paluzie y otros de lectura en general, que no solo vivimos de 1e4
y es bueno mezclar todo papel impreso.
Buscando libros es bueno para los
coleccionistas del mismo “color” ir por separado y así no forcejear por la
pieza única. Una vez coincidí, hace más de treinta años, donde Cela
descubrió La Palamede antes que yo y me dejó comprar a mí los 9 tomos de
esta primera revista de ajedrez de 1836. Él tiene un año de otro tomo que yo
compré y le facilité. Siempre, mientras tenga vida, le agradeceré su
generosidad, pues él por aquellas fechas estaba soltero y su dinero más
suelto y sin ataduras familiares que yo sí tenía, y mi empleo pobre en
remuneración comparado con Álvarez Cela.
Así era y así ha seguido siendo hasta su
despedida el amigo Ricardo Álvarez Cela, a quien ví con vida y me quedé
acompañándole, en lugar de su rumana, unas horas la tarde del 14 de junio.
EL AJEDREZ NOS JUNTÓ
LA VIDA Y LA MUERTE NOS SEPARÓ
EL RECUERDO MIENTRAS VIVA
Rafael Gamonal Michelena y Ricardo Álvarez Cela
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