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HUMO EN EL AJEDREZ
por Ricardo Lamarca Barrios
El primer recuerdo que tengo del tabaco, mejor dicho del cigarro,
que es seguro conociera antes el pitillo que la hoja que lo produce,
es debido a mi padre, empedernido fumador, siempre con un cigarro
entre sus finas manos. Y qué mal lo pasó cuando en guerra no había
tabaco y un poco menos en la época de la Cartilla de Tabaco a partir
de los años cuarenta y mejor cuando yo cumplí la edad de fumador y
gozaba de dos raciones, ya que yo no tenía este vicio. En fotos y
caricaturas que le hicieron algunos amigos, el cigarro y el hilo del
humo que sube y desaparece son muy visibles. Hoy estos alardes están
poco menos que perseguidos y me dan pena los fumadores desplazados a
la intemperie de la calle. Mi padre tiene a su nieta que nació justo
en el año que él falleció como su sucesora en la familia y estoy
seguro que algún día abandonará el tabaco pero no por las
recomendaciones de unas leyes oficiales que prohíben el humo y a la
vez lo venden. Somos partidarios de recomendaciones y consejos
médicos y no de prohibiciones. Formar personas libres y responsables
que sepan caminar por los buenos senderos de la vida y cuidad su
salud.
El tabaco y el móvil son elementos perturbadores en las salas donde
se juega ajedrez y vamos a retratar a jugadores famosos con el
cigarro o el puro, poco menos que poniendo negros todos los escaques
del tablero. Vean sus jugadas adornadas por el humo y casos
prácticos que hemos vivido. Imposible por otro lado hablar de los
ajedrecistas de antaño y no verlos sin su cigarro o la pipa: Lasker,
Sanz, Samisch, Gete, Sicilia, Talh, Korchnoi, Furman, etc.
El uso
del tabaco en los torneos de ajedrez es muy anterior a los decretos
gubernamentales y nos viene a la memoria cómo Pablo Morán Santamaría logró
hace años que su amigo Fernando Rubio Aguado –retirado muchos años del
juego- se inscribiera en un torneo abierto que se celebraba en Alcobendas
–lo ganó Ubilava y perdió la 1ª con un “flojo”- y antes de mover ya tenía el
cigarro echando humo. Su contrario le recordó la prohibición y Rubio dijo
que de haberlo sabido no hubiera jugado. Sin duda recordaba sus partidas en
el Real Madrid y Círculo de Bellas Artes, muchos fumando y mesas con sitio
para el cigarro.
Un día,
creo que era en Alcorcón, el bueno de Pomar ya un tanto bajo en su calidad
de juego, va encarrilando su apertura, fuma mucho y la ceniza vuela, lo
mismo que los cafés despejan su mente y en un momento su posición se viene
abajo y pierde el punto...
Estamos
en el Torneo Príncipe de Asturias –qué buena ocasión para en los 80 años de
Pomar darle este galardón aunque ahora esté mal de salud- y en el
Polideportivo de Oviedo están concentrados famosos jugadores como Najdorf,
Anand, Salov, Lvcov, Averbach, las Polgar, Bronstein, Vaisier (ganador) y
los españoles, Rivas, Sansegundo, Sanz, el niño Vallejo, Illescas y muchos
más.
Illescas
es un fumador con la “afición” muy desarrollada, según vemos. El juego es a
25 minutos. Esta escena es en su partida con Vaiser en la Mesa 1 y en cuanto
hace su jugada sube a las gradas del polideportivo a dar unas chupadas al
cigarro y si su contrario juega rápido hace una carrera de 15 metros y a su
mesa de juego. Creo que no se pueden dar tantas ventajas al contrario. Ahora
pienso que en el caso de Illescas el tabaco es su “dopaje” y por eso su
record de campeón de España, 8 veces y otras tantas por equipos. Setién,
deportista del fútbol, estaba con el G. M. y no creo que corriera tanto. No
sé si Enrique Setién jugaba este Torneo y entre ronda y ronda departía con
Illescas, pero sí recuerdo una pose para la prensa, partida a 5 minutos, con
el entrenador Antic, que en realidad no fueron más allá de unas pocas
jugadas. En fin, una farsa. Setién en su simulacro con Antic, el entrenador
“partida a 5 minutos”, una pose falsa para la galería, cinco o seis jugadas
para la foto y por eso mi foto es mala también para el recuerdo.
Como
final y entierro para el tabaco, decir que mi padre abandonó el cigarro ya
muy enfermo y que en el Club de Ajedrez Puerta del Sol tuve a un ex fumador
llamado Jesús Díez del Corral con gafas y cigarro moviendo magistralmente
los trebejos en su juventud y madurez pero ya retirado del cigarro y el
ajedrez serio y adicto, siempre adicto, al juego de 5 minutos. Acudía los
martes al club y era el G. M. más elegante en su porte y vestimenta. Un
señor del cigarrillo en su momento y siempre AJEDRECISTA.
Ricardo Lamarca Barrios
Emanuel Lasker
Emanuel Lasker
Friedrich Saemich
Mikhail Tal
Samuel Reshevski
William Grady Addison
Che Guevara
Bogart en Casablanca
"Tres caballeros jugando al ajedrez " óleo de Hans Lassen, 1900
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